Cayupani
era un indio Moluche que vivía en la cascada de Manquecuel. Un día llegan
a la ruca de Cayupani cuatro jinetes; uno de ellos por medio de un lenguaráz
(truchimán) le comunica que estas tierras le pertenecen ya que en el papel que
le muestra, consta que se las compró al Estado y que si quiere quedarse, como
única obligación deberá cuidar el ganado.
Cayupani
sabiendo que tiene todas las de perder ante tan importante personaje, acepta
derrotado e impotente de tristeza, no sin antes advertirles que su único
capital valedero es su caballo blanco.
Pasados
los años, Cayupani cada vez que podía bajaba al pueblo (Mulchén), apenas
despuntaba el alba para oír el toque de diana que por esos años era costumbre
(1880) y luego vagaba en busca de entretención, hasta que un día apareció
muerto sobre el camino con la frente destrozada por una piedra y de su caballo
nunca más se supo hasta que pasado el tiempo, unos lugareños de Nihuinco lo
vieron pastar de noche donde lo hacía en vida de su amo Cayupani. También lo
vieron parado bajo un aromo en las proximidades de la casa patronal.
El año 1937, cierto personaje, mientras dormía en esa
misma casa patronal, se despierta sobresaltado al sentir que un caballo pasa
tranco a tranco por el corredor de la casa; recordando que los animales
quedaron todos encerrados, sale corriendo y no ve nada. Es una hermosa noche de
plenilunio y probablemente es el caballo de Cayupani que no se resigna y sale
en busca de su amo.
Versión de don Carlos Elgueta Vallejos
Versión de don Carlos Elgueta Vallejos
Buenas tardes, necesito mas datos sobre ésta historia y el autor, ya que estoy haciendo una reseña de Mulchen y el saltillo manquecuel, favor escribirme a rob.ml@hotmail.com, saludos.
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